La realización de cambios y la innovación implican una apertura a las partes interesadas que es necesaria para crear valor a largo plazo.
El cambio climático, la evolución de los modelos de consumo y las rupturas tecnológicas e industriales están abriendo camino a nuevos mercados y espacios competitivos. Estos nuevos espacios se traducen en nuevas ofertas y nuevos modelos de negocio virtuosos (del volumen al valor) Las empresas deben prever los cambios medioambientales y sociales y prepararse para hacerles frente. Es necesario replantearse los procesos de innovación que permitirán tal previsión y preparación a fin de integrar un enfoque colectivo y colaborativo que obligue a la empresa a abrirse.