Anualmente, Europa solo produce la mitad de la energía que consume. Europa importa 400 mil millones de euros de energía, lo que representa solo una fracción del coste medioambiental total. Un importante desafío radica en dejar de asumir estos costes energéticos, en retomar el control de este tema de manera proactiva y en acelerar su transición. Se trata de un mecanismo de ahorro, pero también de mejora de la calidad y de diferenciación para ofrecer a nuestros clientes una mejor experiencia y una mejor calidad de uso. Los responsables de la toma de decisiones y los operadores deben contar con respaldo para acelerar su transición energética: nuestros conocimientos y tecnologías les asesoran en lo relacionado con su planificación, despliegue, financiación y puesta a prueba.
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