Fit for 55: 8 propuestas clave de la UE para lograr la descarbonización

La Unión Europea está pasando de las palabras a la acción. Las propuestas del «paquete climático» se están debatiendo en el Parlamento Europeo desde hace varias semanas. Es un debate que hay que ir siguiendo, para anticiparse a los numerosos cambios que van a tener que implementar las empresas europeas

Fit for 55: ¿un montón de medidas para qué?

La lucha contra el calentamiento global sacudió el Parlamento Europeo con la aprobación de la prohibición de la venta de nuevos vehículos de combustión interna a partir de 2035. Por otro lado, no lograron llegar a un acuerdo sobre la revisión del mercado europeo del carbono, algunos criticando el proyecto por su falta de ambición, otros por su severidad.

Estas medidas clave para acelerar la descarbonización de nuestro continente forman parte del paquete legislativo «Fit for 55», propuesto por la Comisión Europea en julio de 2021, el cual busca especificar políticas y acciones concretas para reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990. Se trata de un primer gran paso hacia la neutralidad del carbono para 2050, tal y como se pide en el Pacto Verde europeo (también conocido como Green Deal).

Para traducir esta ambición colectiva en una vía concreta, y en una obligación legal, las propuestas de «Fit for 55» revisan los instrumentos existentes y/o crean otros nuevos, que pueden ser clasificados en tres tipos:

  • Revisión del mercado del carbono; la Comisión Europea, sigue basándose en el principio de «quien contamina, paga», desea actualizar y ampliar los mecanismos que ponen precio al carbono y organizar un intercambio de cuotas entre las industrias más y menos contaminantes;
  • Mayor apoyo financiero; Se prevé la creación de nuevos fondos, y el refuerzo de los presupuestos existentes, para apoyar proyectos innovadores, acompañar la transición de los actores y garantizar la equidad para los hogares de bajos ingresos y las microempresas vulnerables;
  • Normativa sectorial complementaria; Están previstas otras medidas específicas para reducir el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero en muchos sectores, como los edificios, la industria y el transporte.

Así, el paso de las palabras a los hechos anuncia muchos cambios para todos los actores de la Unión Europea, tanto públicos como privados, y en todos los sectores.

Existen 8 directivas clave para las empresas

  1. Un nuevo mercado del carbono para el sector del transporte y la construcción.

El mercado europeo del carbono, creado en 2005, pretende que las industrias que más emiten (generación de electricidad, producción de calor, plantas industriales de alto consumo energético como el acero y el cemento) paguen por sus emisiones. En el marco de «Fit for 55», el mecanismo se ampliaría al transporte por carretera y a la construcción, con la creación de un nuevo mercado.

En la práctica, los derechos de emisión serían pagados por los proveedores de combustible, gas y petróleo. Para no perjudicar a los hogares, la medida se aplicaría inicialmente sólo a los vehículos pesados y a los edificios comerciales.

  1. Introducción de un impuesto sobre el carbono en las fronteras

La Comisión Europea también quiere reformar el actual mercado del carbono para contrarrestar la competencia desleal de las empresas de los países que no fijan el precio del carbono. Por el momento, se supone que los derechos de emisión gratuitos evitan estas «fugas de carbono». Estos que son distribuidos entre las empresas europeas, impiden la deslocalización a países con normas medioambientales menos estrictas. Sin embargo, una distribución excesiva debilita la eficacia del mercado al mantener bajo el precio de la tonelada de carbono mientras continúan las emisiones.

El nuevo paquete climático propone eliminar progresivamente estos derechos gratuitos e imponer un recargo a los productos importados en la UE, en función de las emisiones de CO2 generadas. Esta revisión responde al deseo de aplicar el mismo precio del carbono a todos, y conlleva la esperanza de empujar a otras regiones del mundo a ecologizar también sus procesos de producción.

  1. Reforzar el fondo de innovación

El Fondo de Innovación existe desde 2019 para apoyar proyectos de demostración de tecnologías, procesos o productos innovadores que estén suficientemente maduros y tengan un potencial significativo de reducción de las emisiones de GEI. Para desplegar el paquete «Fit for 55», debe reforzarse este apoyo financiero, en particular el programa LIFE, que abarca cuestiones relacionadas con la naturaleza y la biodiversidad, la economía circular y la calidad de vida, la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo, y la transición a la energía limpia.

  1. Preponderancia de la eficiencia energética

La Comisión Europea quiere reforzar la Directiva de Eficiencia Energética para que contribuya de la mejor manera posible a la consecución del mayor objetivo climático de reducir al menos un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. El último proyecto, publicado en 2012, se basaba en un objetivo de reducción del 40%. Los Estados miembros deben definir las políticas y medidas nacionales para contribuir a este objetivo común, así como el desglose por sectores. Los transportes, los edificios y las tecnologías de la información y la comunicación son los principales objetivos.

El texto también propone imponer un sistema de gestión energética certificado a las empresas cuyo consumo medio anual de energía supere los 100 terajulios (TJ) en los últimos tres años. Las empresas que superen las 10 TJ y no dispongan de un sistema de gestión energética tendrán que realizar una auditoría energética. Las empresas con un contrato de rendimiento energético (EPC) estarían exentas.

  1. Aumento del rendimiento energético en los edificios

También está prevista una refundición de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo final de energía de los edificios para 2030, y luego lograr la neutralidad climática en toda la UE para 2050. Se otorga un papel central a la renovación de los edificios. La estrategia de la «ola de renovación», fijada en octubre de 2020, ya establecía la intención de al menos duplicar la tasa anual de renovación energética de aquí a 2030, y de estimular la renovación profunda.

La revisión de la Directiva propone que cada Estado miembro tenga un plan para acelerarlas. También se establecerían unas normas mínimas de rendimiento energético que exigirían, por ejemplo, la renovación de los edificios menos eficientes (clase G o F). Por último, las autoridades europeas están trabajando en la relación con el régimen de comercio de derechos de emisión y el fondo social del clima.

  1. Evolución de la fiscalidad de la energía

La Directiva sobre fiscalidad de la energía, revisada por última vez en 2003, define la fiscalidad de los productos energéticos y la electricidad, es decir, qué productos y usos energéticos están sujetos a impuestos, los umbrales mínimos de imposición aplicables y las exenciones.

La propuesta de remodelación pretende fomentar el cambio hacia una energía más limpia y una industria más sostenible. La fiscalidad se basaría en el contenido energético y el rendimiento medioambiental, en lugar de los volúmenes. También se eliminarían las exenciones para determinados productos y la calefacción doméstica. Está previsto apoyar la prevención de la pobreza energética en los hogares vulnerables.

  1. Despliegue de estaciones de carga eléctrica y de hidrógeno

El proyecto de reglamento sobre la infraestructura de combustibles alternativos tiene por objeto aumentar la capacidad de recarga en todos los Estados miembros, en respuesta a la creciente adopción de vehículos de emisiones cero. Prevé el despliegue de puntos de recarga para vehículos eléctricos, de modo que la distancia entre dos puntos de recarga no supere los 60 km a finales de 2025. Además, para 2030, las estaciones de recarga de hidrógeno deberán estar disponibles cada 150 km.

La otra temática de este texto es la información de los usuarios, que deben tener acceso a datos estáticos y dinámicos, como la ubicación de los puntos de recarga o repostaje, su disponibilidad, el tipo de conector, la corriente, el precio, etc.

  1. Diseño y etiquetado ecológico de productos relacionados con la energía

La Comisión Europea está estudiando una revisión de los requisitos de diseño ecológico para los acondicionadores de aire, las bombas de calor aire-aire, los ventiladores de confort y las bombas de agua. El objetivo es reforzar los requisitos de rendimiento energético mínimo, eficiencia de los recursos y etiquetado energético.

Fit for 55: novedades que deben anticipar las empresas

Los debates sobre los textos han comenzado a intensificarse en el Parlamento Europeo. El miércoles 8 de junio, los eurodiputados paralizaron las reformas en torno al mercado del carbono, con una nueva votación prevista para el 22 de junio. Las propuestas sobre eficiencia energética y renovación se debatirán en septiembre. La ambición final de este «paquete climático» es decisiva para la credibilidad de la Unión Europea en la lucha contra el calentamiento global.

Evidentemente, los agentes económicos deben seguir estos debates y es de esperar que desemboquen en un acuerdo histórico. Sin embargo, la eficiencia energética, la sobriedad y una trayectoria baja en carbono se hacen indispensables en todo caso, y a las empresas les interesa prepararse. Pasar de los anuncios de «neutralidad del carbono en 2050» a 2030 o incluso antes requiere esfuerzos significativos y necesarios por su parte, empezando ahora.